viernes, 20 de agosto de 2010

Edmundo Font

Llegó a la pintura de la mano de la poesía; nacido en el Golfo de México (Tampico 1953),

Lleva el viaje en la sangre. Sus predecesores cruzaron el océano atlántico en numerosas ocasiones, en un sentido y en otro en los últimos dos siglos,

Ha desempeñado un oficio que lo impele a profundizar en civilizaciones como la egipcia, la romana y la india, entre otras tradiciones culturales de siete países donde le ha tocado vivir. Y el viaje de este moderno Odiseo se percibe en su pintura, en los temas que enfrenta, en el tratamiento de las tradiciones pictóricas universales y en un espíritu abierto que le permite experimentar sin detenerse, desde hace cuatro años en que comenzó a incursionar en las artes plásticas con texturas y materiales muy diversos.

En la muestra del “Jaguar” se podrán ver ocho instantes de lo que hablamos. Las alusiones míticas mexicanas y las emparentadas con el surrealismo. Hay que sumergirse en un mundo que pretende abarcar toda cosa viva y todo sentimiento.

La pintura de Font es un largo y corto, antiguo y nuevo recorrido por las pulsiones más paradójicas y contradictorias de los días que corren, donde igual nos deparamos con una tela enorme de un tsunami en el Océano Indico que con unas manzanas eróticas.

Pero se puede decir todo de alguien que expresa su mensaje personal y solo escuchar lo válido: la última palabra de quien ve, observa, analiza, siente y critica lo propuesto

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